EL PAPEL DEL MAL EN EL MUNDO
En la lección del mes pasado vimos el valor de la discordia en la música y también el papel correspondiente de la maldad en el mundo, es decir, el hacer resaltar por contraste la belleza y la armonía del bien. Así, pues, puede parecer a simple vista como si el mal aparente hubiese sido designado por Dios, el Autor y Arquitecto de nuestro sistema y por lo tanto, como si Él fuese responsable de todo el dolor y sufrimiento que la humanidad soporta. Sin embargo, no es esta la cuestión.
La Biblia dice en verdad que Elohim, que fueron sus agentes, "vio que el mundo estaba bien" una vez que su labor hubo acabado. Nuestro libro Concepto Rosacruz del Cosmos y los folletos del Cristianismo Rosacruz números 13 y 14 explican en detalle la historia de la Biblia, de cómo el mal aparente vino a nosotros por medio de los espíritus de Lucifer y que una vez que hubo entrado, las fuerzas que sirven al bien lo utilizaron para que sirviera una finalidad benéfica y para aspirar a un bien más elevado que no hubiera sido posible sin este factor.
La Biblia dice en verdad que Elohim, que fueron sus agentes, "vio que el mundo estaba bien" una vez que su labor hubo acabado. Nuestro libro Concepto Rosacruz del Cosmos y los folletos del Cristianismo Rosacruz números 13 y 14 explican en detalle la historia de la Biblia, de cómo el mal aparente vino a nosotros por medio de los espíritus de Lucifer y que una vez que hubo entrado, las fuerzas que sirven al bien lo utilizaron para que sirviera una finalidad benéfica y para aspirar a un bien más elevado que no hubiera sido posible sin este factor.
En la última parte de la época Lemúrica y en los primeros tiempos de los Atlantes, el hombre era puro e inocente, el dócil pupilo de los ángeles guardianes que guiaron todos sus pasos hacia el sendero del desarrollo. El hombre no tenia razón todavía, cosa que no era necesaria, pues solo había un camino a seguir y en consecuencia, no había que elegir en tal estado. Los Señores de Venus fueron enviados para estimular la bondad, el amor y la devoción y si no hubieran tomado parte aquellos elementos perturbadores, la Tierra hubiera continuado siendo un paraíso y el hombre hubiera sido como una flor bellísima de él. El dolor, la tristeza y la enfermedad no se hubieran conocido y bajo el régimen de los Ángeles lunares y de los Señores de Venus el hombre se hubiera desarrollado bueno y sabio automáticamente, por la sencilla razón de que no hubiera tenido que hacer frente a alternativas.
Cuando los espíritus de Lucifer le abrieron los ojos hacia el otro lado y los Señores de Mercurio impulsaron la razón para que por ella se guiara, se hizo potencialmente superior y como requisito indispensable a aquellos que siguen el sendero en espiral de la evolución.
Equipado con las facultades de la elección y raciocinio, es propio de la prerrogativa gloriosa
del hombre el elevarse a sí propio hasta el pináculo de la mayor perfección posible en este esquema evolutivo. Por lo tanto, Cristo dijo: "Aquel que ha creído en mi, las cosas que yo hago hará él también y aún mayores que éstas hará él también."
Aprendamos del mito de Fausto a seguir los pasos de nuestros preceptores empleando ese
aparente mal para llevar acabo un gran bien; aprendamos no domeñar el mal por el mal, sino el hacernos superiores a él y transmutarlo en bien. Existe un viejo proverbio que reza que "aquello que es, es lo mejor". Si esto fuera verdad no habría incentivo para luchar por algo superior, mejor o mayor. Las palabras del Salvador nos incitan hacia adelante y las leyendas como las del mito de Fausto nos enseñan el modo de usar las fuerzas destructoras y subversivas en apariencia.
A aquel que mucho le es dado, le será exigido mucho. Los estudiantes de la Fraternidad Rosacruz, quienes reciben las avanzadas Enseñanzas de la Sabiduría Occidental, están especialmente obligados a hacer los mayores sacrificios. ¡Ojalá podamos esforzarnos con todas nuestras fuerzas para vivir la vida de tan gran privilegio!
P. D. - Desde que rogamos a nuestros estudiantes que ayudaran con sus preces a los trabajadores de esta Residencia, se han sumado a nuestras listas muchos miembros más. Creemos, por lo tanto, que producirá un buen resultado el volver a reiterar la petición de que se nos incluya en las oraciones diarias de nuestros amigos diseminados por el mundo a los que trabajamos aquí y pedir que la Residencia de la Fraternidad Rosacruz pueda convertirse en un Centro Espiritual muy eficaz. Estamos ahora, como saben por los prospectos remitidos, para abrir la Escuela de Curación y en este acto importante sentimos la necesidad de la Gracia Divina como nunca antes. Hagan el favor de ayudarnos para que podamos obtener el mayor éxito.
del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel
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